domingo, 28 de septiembre de 2008

NUEVA METÁFORA...


“Jean-Baptise Grenouille es un huérfano rechazado por todos pero bendecido con un extraordinario olfato. Un día un objeto común transformará su vida para siempre: el perfume.” (película El Perfume)
En esta película, los olores son concebidos como la esencia de cada individuo. Al mismo tiempo esa esencia formaría parte del alma lo que haría a cada persona ser lo que es.
Grenouille había nacido con el poder especial de captar esa esencia propia de toda las cosas pero a cambio de eso carecía de alma, no desprendía ningún olor y el deseo de formar parte de algo, de ser concebido como un ser normal, fue lo que lo llevó a su fin.
Grenouille pensó que robando lo mejor de cada persona y utilizándolo en su propio beneficio para la formación de un perfume exquisito conseguiría formar su alma, un alma que nunca había existido ni tan siquiera cuando era solo un niño.

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